PROMETIERON FAJARSE LOS PANTALONES, NO BAJARSE LOS PANTALONES

Después de la  jocosa reclamación que le hiciera el Director en aquel memorable paro de labores  (“En eso no quedamos Rodrigo…”) ahora resulta difícil de creer que el efectuado el pasado 12 de Noviembre sea un acto espontaneo y franco de auténtico sindicalismo, pues si bien era necesario desde hace muuucho tiempo, dadas las excesivas y hasta abusivas medidas de control sobre los empleados,  deja verse como un acto desesperado para evitar verse rebasados por los trabajadores inconformes y maquillar urgentemente la bien ganada nefasta imagen del comité sindical, pues resulta chusco que después de más de 2 años de tolerante pasividad ante abusos y retrocesos en la protección de los derechos de los trabajadores, hasta ahora se den cuenta de la situación. Habría que recordar a la parte patronal que los trabajadores no han sido los responsables de la situación económica del gobierno del estado, ni de la institución, que si hay vicios de unos cuantos, es porque fueron incentivados y tolerados en su momento por los mismos funcionarios que hoy deberían estar llamados a rendir cuentas, y que aún hoy, aquellos que dieron pie para que se aplicaran medidas excesivas de control para la generalidad, por sus hábitos de salirse y faltar a voluntad, lo siguen haciendo con toda la libertad y el descaro que ahora les otorga oficialmente la actual administración (véase algunos de los oficios de excepción girados al personal que controla los accesos). Mientras los responsables siguen siendo privilegiados, el resto sufre restricciones y represión. Por otro lado la representación sindical debiera atender la problemática de los trabajadores al momento que inicia, no esperar hasta que la inconformidad se generalice haciendo inminente el rebase de su “autoridad” pues francamente después de haber pregonado la paciencia y la tolerancia en aras de la buena relación, actuando siempre fuera de tiempo, a estas alturas ya hasta se ven mal.