Al ingresar al recinto los asistentes fueron delicadamente llevados a sus asientos por un elegante y misterioso personaje, que muy atentamente los instruyó sobre el espectáculo que habría de venir
En el espectáculo no faltaron los animados payasos destacando uno en particular, que disfrazado de diablito con sus travesuras hizo de las delicias de los niños demostrando ser el rey del ridículo. La gran sorpresa de la tarde, fue el gran susto que dejó pasmado al público cuando se dio cuenta que quien actuaba como el sorprendente mago, en realidad era un muñeco de madera delicadamente tallado y vestido con un primor pocas veces visto, todo era parte del acto del Gran Zamorita, el maestro emérito en Artes oscuras y afamado ilusionista quien mostrando sus destrezas, dio cátedra de control mental y ventriloquismo. Era el mismo personaje misterioso que inicialmente acompañara a los asistentes a sus asientos No conforme con tal despliegue de magia; ante la mirada incrédula de la concurrencia se materializó un gran prodigio de levitación no sin la colaboración de dos asistentes que si bien no eran muy inteligentes ni bellas, resultaron ser de una presteza admirable al atender las indicaciones de su portentoso maestro, quien evitó por un lapso considerable de tiempo, la caída de muchas cosas por su propio peso. Fue una tarde desbordada de ilusión que quedará grabada en la memoria de los asistentes como uno de los más grandiosos espectáculos.

muy bien echo esta muy padre tu pagina
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