TIBIEZA POLÍTICA

Dice el dicho que a los tibios ni el diablo los quiere; la razón principal salta a la vista en nuestro entorno nacional y local, pues gracias a la falta de interés y verdadera participación de los ciudadanos honestos se ha dejado llegar a los puestos de poder a gente corrupta que tiene como único objetivo enriquecerse y enriquecer a sus  familiares y amigos cercanos dejando de lado el bienestar del común de los ciudadanos, como consecuencia tenemos un país de unos cuantos ricos y una inmensa mayoría en vías o en la completa miseria, un país mermado por la corrupción y la violencia y una impunidad, que tememos, tarde o temprano nos toque a la puerta o nos llame al telefono, un país en cuyo sistema la gente honesta no encaja, estorba y no tiene lugar, lo peor de todo es que nos acostumbramos a ello, aplaudimos y hasta enseñamos a nuestros hijos a embonar a la perfección en este engranaje (“el que no tranza, no avanza”, “Que bueno que se lo chingaron, para que se le quite lo pendejo”, “Para la próxima vez te pones mas vivo”, etc.) todo está muy bien cuando de ello nos resulta un beneficio económico inmediato, pero cuando de manera indirecta resultamos ser las víctimas, ponemos el grito en el cielo, acusamos a la policía de no garantizar nuestra seguridad, al municipio de no otorgarnos servicios, a los diputados del congreso de aprobar mas impuestos, al Gobernador de no cumplir sus promesas y al Presidente de gastar millones para mejorar su imagen pública. ¿Realmente sabes quien es el responsable de que las cosas anden mal en nuestro país? Casualmente en el estado de Michoacán este es lo que se llama “Año de Hidalgo… una descarada competencia entre funcionarios del gobierno para “Ejercer” el presupuesto asignado a cada una de las dependencias del gobierno, y como cada fin de periodo criticaremos a los funcionarios; algunos por sinvergüenzas y otros (tal vez los menos) de tontos por no haber aprovechado su oportunidad. Tal es nuestra mentalidad y por ello será poco menos que imposible  cambiar la realidad si antes no cambiamos nuestra manera de pensar y además dejamos de ser solo espectadores   para actuar en la toma de decisiones que  tarde o temprano irremisiblemente tendrán consecuencias negativas o positivas en el futuro, en lugar de dejar que otros personajes con intereses oscuros las tomen ante nuestra mirada indolente, apática  y perezosa que seguramente mas tarde lamentaremos.