miércoles, 14 de diciembre de 2011

IMPUESTO POR EL AIRE




Antonio López de Santa Anna en 1853 seguramente por consejo de algún lame-botas de ésos que nunca le faltan a la gente en el poder, tuvo la gran ocurrencia de  cobrar impuesto por el aire que los ciudadanos consumían inevitablemente, así que ni tardo ni perezoso, decretó una contribución de un real por cada puerta y cuatro centavos por cada ventana de las casas, también, un impuesto de dos pesos mensuales por cada caballo frisón (robusto) y un peso por cada caballo flaco; además, un peso al mes por la posesión de cada perro. Por lo visto los tiempos no han cambiado mucho, pues siguen existiendo los lame-botas, los presidentes fastidiosos y el afán de jorobar al pueblo con  cada vez más impuestos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡AYUDANOS A MEJORAR DEJANDO UN COMENTARIO!
procura ser veráz, breve y conciso