TERRORISMO LABORAL
El terrorismo laboral no es otra cosa que la práctica de
la dominación a través del miedo, la angustia y por ende el terror que origina
la incertidumbre o la materialización potencial de una amenaza o varias de
ellas.
Podemos entender que comúnmente se utiliza como
instrumento de control la amenaza del despido, de la reducción de prestaciones y
derechos u otras medidas disciplinarias por las que el patrón logra la sumisión
del trabajador aún a costa de la dignidad. Principalmente se hace objeto del
terrorismo laboral a elementos que son la única fuente de ingreso de la
familia, a quienes por razones de edad sexo o estado de salud se verían en
dificultades para encontrar un nuevo empleo, a la persona que no accede a las
pretensiones poco honorables de quien detenta un cargo de poder, o a quienes
simplemente son considerados una amenaza para la empresa por sus convicciones y
su ideología. Generalmente limitado quien ejerce esta clase de abuso de poder
para deshacerse de la generalidad o la totalidad de quienes considera
“indeseables” suele incurrir en la táctica de escoger a unas cuantas victimas
de manera que sirvan de “escarmiento” para los demás y de esa manera lograr ante
el testimonio mudo, el sometimiento del resto. Pero mas allá de que pueda
considerarse negativa esta práctica, suele ser peor cuando existe contubernio
por parte de quienes tienen como obligación evitar que suceda; como son
las autoridades laborales o mas reprobable aún, cuando quienes se
prestan a estas practicas son los representantes sindicales que adoptan la
ideología patronal como si fueran los primeros beneficiados, entonces el
terrorismo laboral se transforma en terrorismo sindical.
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