LA IMPORTANCIA DE UNA PLANTILLA EQUILIBRADA

Como es costumbre, cada nuevo gobernador designa los miembros de su gabinete quienes a su vez, nombran a la gente que los auxiliará en las responsabilidades que le encomiende su superior; aquí es donde comienza la cadena de abusos, se inventan “departamentos” y “oficinas” con nombres domingueros y rimbombantes, se traen al cuate, al pariente y al que le deben favores para “colaborar” como “secretario”, “subsecretario”  o “asesor” la denominación es lo de menos, si se empieza a notar muy cargada la  plantilla  de Confianza, se busca el modo acomodar en la de base con algunos “truquillos” acudiendo al arte de la simulación para pasar por sobre el procedimiento establecido en las Condiciones Generales de Trabajo; “Residentes” que en realidad efectúan actividades de chofer, “Jefes” que en realidad funcionan como mecanógraf@s o auxiliares administrativos, etc. Algo que también ha funcionado llegando al extremo; proclamarse preocupados protectores de las madres solteras con tal de “justificar” sus excesos a la hora de acomodar gente, para colmo, luego cínicamente decir que han apoyado con mucho entusiasmo la creación de empleos. Todavía recordamos como hace algunos años llegó un Director que vió tan jodida la institución en cuestión de personal que muy comedidamente mando traer media Secretaria de Comunicaciones  y Transportes para elevar la “escasa” capacidad técnica  que prevalecía, después llegó otro director que se preocupó tanto por la seguridad de sus trabajadores que hasta contrató empresas que hicieran el trabajo por ellos; para que los muchachos no expusieran su salud a los peligros del tráfico; ¡Aún no acabamos de agradecerles tantas atenciones…! Para este tipo de funcionarios no existen acuerdos de racionalidad ni épocas de vacas flacas, siempre habrá modo de burlar las reglas y “cumplir” sus compromisos. Pero cuando se trata de necesidades reales como la grave disminución del personal de base, “el que tapa el bache”, de inmediato aparece la crisis, la racionalidad, la austeridad y todos aquellos sacrificios “necesarios” para la supervivencia de las instituciones y el desarrollo del estado, lo triste es que los sindicalizados también cooperamos para hundir la nave cuando nos empeñamos a colocar a gente que hace lo imposible y lo indecible por entrar... y ya adentro, se vuelven “delicaditos” y solo quieren trabajo de oficina. Ojalá que para esta etapa que comienza no se repita la historia, y que se hagan las cosas de manera distinta; todo depende de lo que nuestro comité consienta.